RoJa 2018

Hoy vengo con una entrada un poco diferente y es que a escasas 24h de viajar a Jaén para asistir al evento literario Romántica Jaén, estoy de los nervios.

Llevo meses totalmente convencida de que las maletas y lo digo en plural, por algo que luego os diré, iba a tenerlas hechas como mínimo tres o cuatro días antes y aquí estoy, enfrente de la ropa por planchar, tomándome un café.

¿Se me olvidará alguna cosa? Posiblemente, pero no pasa nada... Lo que importa son las ganas que tengo de reencontrarme con algunas personas y de por fin, abrazar a otras. 

En su página podéis encontrarme como autora asistente. (Aquí)

No puedo olvidarme de contaros que me presenté al certamen de relatos que organizaron y he quedado finalista. 

Para mí es todo un orgullo aparecer en esa antología solidaria juntos a otros autores, Sueños de papel, que se ha creado del conjuntos de relatos y microrrelatos ganadores y finalistas. Y lo más importante, sus beneficios irán destinados a la Asociación Ales, destinada a la lucha contra las enfermedades de la sangre.

¿Os acordáis que he dicho maletas? Pues bien, resulta que el evento se ha organizado la víspera al día de la madre y es por eso, y por la distancia, que no me daba tiempo a llegar, que decidí irme con mi pareja y mi hijo. Si yo no puedo estar con ellos en casa, serán ellos los que estén conmigo allí. Sé que soy madre todos los días, pero much@s sabéis que Erik es pequeño y no quería tener que explicarle que mami no iba a estar. ¿Hay un mejor regalo? Creo que no. 

A continuación os dejo los horarios de las mesas y las firmas, no sé si seréis asistentes o no, pero así os hacéis una idea de a quién voy a ver en Jaén.

De nueve de la mañana a nueve de la tarde, creo que el dia va a ser de lo más interesante.

¿Habéis visto que mi turno de firmas es juntos a Dublineta Eire? Si me seguís en las redes sociales, sabréis que para mí es una persona muy especial, hace tiempo que pasó la barrera esa de compañera de letras, o cómo queráis llamar a este tipo de relaciones, para convertirse en amiga. 

Y sin más, me despido ya... He terminado mi café y la ropa me pide a gritos ser planchada para organizar las maletas.

A la vuelta os contaré cómo ha ido todo.

¡¡Jaén, allá vamos!!